Mea culpa realizado por los atletas de mayor trayectoria, extensivo a todos, "somos responsables por no asumir la tarea de verificar el funcionamiento de la estructura que hoy debemos construir para lo que debe ser a futuro" es la reflexión que deja la sesión convocada por los atletas del paralimpismo colombiano en diciembre 7 de 2020, para destrabar y dar vía libre a la reglamentación legal de la organización asociativa federada del deporte paralimpico en Colombia.
La más importante lección del encuentro al que concurrieron centenares de dolientes del movimiento paralimpico nacional, es que como en la pandemia, de un solo jalón, los atletas y actores del proceso en las regiones comprendieron y aceptaron que estuvieron en la inercia como espectadores pasivos de un mal manejo en la gestión de la organización deportiva que hace posible que se cumplan a cabalidad las garantías y derechos de los atletas, a través del trabajo leal de la cadena de proceso deportivo que incluye a todos quienes trabajan en la preparación de los competidores.
Mirar hacia adelante y parar la secuencia de ilegitimidad instaurada durante los recientes diez años de estancamiento y retroceso, hace que el llamado de los atletas sea no mirar el retrovisor y pensar en estructurar un movimiento federado para democratizar el sistema y sacarlo de la anomalía excluyente y depredadora del negocio que mantienen ahí los responsables de ese manejo.
La comunidad deportiva concurrió para atender el llamado de los atletas abanderado por el emblemático e histórico medallista paralimpico con más trayectoria y presencia consecutiva en el podio paralimpico universal. Sin embargo la sesión la controlaron por cuenta del manejo de la plataforma en que se cumplió, los directos responsables de la situación hoy, pretendiendo coptar y arroparse con la legitimidad de los convocantes, los atletas. La presencia del ente gubernamental estatal, Mindeporte, sirvió de garante de una sesión útil que permitió avanzar y dejar claro que toda la comunidad, liderada por los atletas, debe mantenerse en pie para no permitir más el engaño interesado de quienes lo usaron para sus fines de control negocio.
Acción responsable que deben continuar en línea directa atletas y gobierno para neutralizar a los intermediarios que demostraron durante una década, cómo no es confiable un manejo cerrado y anómalo como el que llevó el proceso al estado actual. Habrá un espacio de concertación directo convocado para el 16 de diciembre por el Ministerio que no debe ceder en su rol de garante.
¿Por qué se demoraron y aplazaron tanto los atletas su responsabilidad en este proceso?. Cada uno de los responsables que encuentre la respuesta y asuma el hecho concreto de no volver a permitir tal omisión pues todo lo perdido tiene que ver con este comportamiento. No más comer cuento a las amenazas de la ilegitimidad que demostró hasta la saciedad además de incompetencia, amaño en lo actuado.
De la acción coherente, cumplida, oportuna y limpia de los atletas, depende la solución que entre todos deben implementar para estructurar el proceso paralímpico en su organización deportiva en lo posible limpia de tantas mañas y marrullas como las del proceso de la ley 1946 que sigue pendiente de ser curada en el control constitucional.
Quede claro que con la solución al tema paralimpico, el derecho al deporte de los colombianos con discapacidad permanece sin resolver en más del 96% de exclusión para la mayoría que no clasifican en esa realidad deportiva del alto rendimiento. Este es un paso adelante para el asunto de los atletas elite en rendimiento y sus derechos, tema con toda una complejidad para ajustar a la equidad en ese nivel. Por fuera del mismo está la mayoría absoluta en espera de poder hacer real el goce efectivo del derecho fundamental al deporte para todos los colombianos, misión que debe cumplir a cabalidad un Ministerio del Deporte competente y capaz de entenderla y ejercerla, sin distraerse en podios, medallas, medios y pasarela de política electoral. Lejos muy lejos está el punto justo de una verdadera gobernanza del derecho al deporte real, efectivo, inclusivo y en equidad, para todos los colombianos.
Por ahora que los atletas no se confundan más y no se dejen suplantar ni usurpar el lugar que les corresponde por incompetentes y falsos mesianismos intermediarios amenazantes con membresías y franquicias distorsionadas.
Esencial estudiar a fondo la verdad íntegra de la gobernanza de un derecho para dejar de manosear un deber ser que se construye entre todos y no en el encierro de tres habilidosos que cometieron todo lo inapropiado en el ejercicio de un rol dirigencial descompuesto. La alerta y alarma sigue encendida para incidir en que el aparato paralimpico se ahorre todo lo vivido en descomposición por el deporte asociativo que ha vivido pandemia de corrupción en el negocio sin control.
La legitimidad y autoridad la tienen los atletas. Que no se vuelvan a confundir, aplazar, demorar ni mirar para otra parte, porque sus podios no son por palanca ni tráfico de influencias. Su cúspide es por esfuerzo real, que no simulado, ni por engaño, como para servir de escudo para el engaño de negociantes con poses de mesianismos falsos. Sin eufemismos verifiquen la realidad que debe ser dicha con todas las letras y por sobretodo corregida.
Funden, organicen, constituyan todas las federaciones deportivas necesarias para hacer paralimpismo limpio y tomen como espejo de lo indebido para que no haya repetición, lo actuado por la ilegitimidad y el engaño como costumbre. Integridad y transparencia es el norte, lo que no enseñan los de esta década perdida. #PODCAST IVOOX
Escrito por Hernando Ayala M. Periodista. Filosofía Paralimpismo desde 1993. Periodismo libre. Ningún vínculo con ninguna organización deportiva.
Mail disnnet@gmail.com
Agitos, icono del movimiento paralimpico
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